Qué hacer para superar las críticas
Todo el mundo ha recibido críticas alguna vez en su vida. Hay personas que saben encajarlas mejor, y otras que las encajan de peor manera. Muchas veces las críticas son beneficiosas, ya que pueden ayudarnos a identificar lo que hacemos mal y ponerle remedio. Este tipo de críticas generalmente son hechas con cariño y partiendo desde el respeto.
Pero también hay (y muchas) ocasiones en que las críticas son muy negativas, y pueden hacer mucho daño y herir la autoestima. A continuación vamos a ver cómo se puede superar las críticas cuando ocurre esto último.
Lo primero que es necesario hacer cuando somos objeto de críticas es identificar al emisor. Las críticas negativas siempre son dañinas, y hacen que no pensemos con claridad ni analicemos ciertos aspectos con la frialdad que deberíamos. Estas críticas a veces pueden no tener ningún fundamento, pero en otras pueden ser muy constructivas. Y a esas es a las que tenemos que prestar atención.
También tiene mucha importancia identificar a la persona de la que procede la crítica, ya que mientras hay personas que son muy buenas observadoras, otras personas se dedican a criticar “por deporte”, por el simple hecho de hacerlo o para hacer daño. Y esto es lo que se debe tener presente si nos critican para darle a las críticas la importancia que de verdad merecen según quién las haya realizado.
El otro factor importante que se tiene que tener en cuenta al ser criticado es lo que esconde la crítica, y especialmente si es constructiva o negativa:
- Las críticas que con constructivas ayudan al desarrollo personal de cualquier persona. Y estas son las que debemos trabajar, sobre todo si proceden de una persona cercana. Tenemos que saber analizar la crítica y ser honestos con nosotros mismos, de manera que podamos profundizar en ella y prestarle atención para poder cambiar eso que nos hace ser menos productivos (especialmente si ocurre en el ámbito profesional).
- Cuando las críticas son negativas, suelen proceder de personas que no son felices o no están satisfechas consigo mismas. Este tipo de críticas suelen ser muy dañinas e hirientes, y también tienen que ser analizadas de la manera comentada en el punto anterior para determinar su procedencia y contenido y actuar en consecuencia.
Las críticas no son algo con lo que tengamos que estar constantemente a la defensiva. Si recibimos una, debemos analizarla a fondo. Si se trata de una crítica constructiva, hay que prestarle atención y modificar eso que es necesario cambiar. Y si no lo es, lo mejor es no darle importancia, dejarla de lado y no pensar en ella.