Las emociones influyen en las enfermedades crónicas
Tal como indica la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades crónicas son aquellas enfermedades cuya duración es larga y su progresión generalmente es lenta. Entre las más conocidas podemos mencionar las de tipo respiratorio, el cáncer, las enfermedades cardiovasculares o la diabetes.
En este tipo de enfermedades, los especialistas han comprobado la existencia de cierta relación entre las emociones y ciertos factores que afectan a la evolución de la enfermedad. Esto influye en el bienestar del paciente y en su calidad de vida.
Además, las enfermedades crónicas pueden provocar la aparición de emociones negativas y estrés. Este último puede además afectar a los síntomas de la enfermedad como en el caso de la diabetes, en la que el estrés está relacionado con el aumento de HbA1c o hemoglobina glicosilada.
Las emociones también afectan a las enfermedades crónicas sin no se saben regular y gestionar, ya que de ocurrir esto aumenta la propensión a tener una enferemedad coronaria.
Además, varios estudios han podido comprobar que el control y manejo de las emociones ayuda con los síntomas del dolor, algo que en el caso de las enfermedades crónicas es importante debido a su continuidad en el tiempo.
Se recomienda trabajar en este manejo y control de las emociones y en evitar que el estrés empeore la situación. Controlarlas y gestionarlas de manera adecuada es algo que puede tener una influencia muy positiva en el desarrollo de la enfermedad y, por tanto, en la calidad de vida de la persona que la padece.
Por eso los especialistas en psicología se suelen centrar en enseñar al paciente técnicas de autogestión y en favorecer y desarrollar la inteligencia emocional. De hecho, ciertos psicólogos lo recomiendan para el caso de pacientes de diabetes, y afirman que las personas con un alto nivel de inteligencia emocional presentan comportamientos saludables.